jueves, marzo 23, 2006

Mayo

Mayo.

Blanco todo se vuelve blanco
de qué otro color es la agonía que ronda unas sillas pálidas
como palomas volando a los pasos de un niño
comen ojos las voces
no volteo
tu boca
sus dientes
tienen espinas
la ciudad entera es alambre de púas.

Blancos tus últimos minutos
deben de ser blancos
luego la lengua morada
la mirada perdida y las voces
de nuevo las voces
sólo que ya no escuchas
presientes con tus párpados caídos
yo pienso en luciérnagas
en los bichos raros alrededor de tu cuerpo
en Rimbaud
su infierno
tu infierno
esa maldita caja que espera con fragilidad de espectro
la caricia de tus manos.

Blanca la muerte es blanca
ausencia
olvido
ventana
zapato sin pie en el fondo del armario
que te recuerda
me recuerda
que mañana también el día será completamente blanco.

Índigo

Índigo

Largo escalofrío en escollos de crepúsculo
la sombra que arrastrabas
te dejaba sin sangre
hebra de ponzoña
delicada turquesa en muelle sordo
cielo de ausencia muriendo entre talismanes
las tinieblas te descubren perlas en los labios agrietados
Mañana bañare en mis manos el recuerdo de tus aguas trenzas
quién te supondría desnuda navegando entre islas
alba aguijoneada
niña vacía
voluntad de espectro ahora sin sombra
sin destino
y así
en casa hostil
me cercenare zafiro en desembarcolvido de andén polvo
Después vendrás ángel
lluvia de Magdalena vestida de manos
suspiro de vela acariciaras mi rostro
insaciable escarcha en la caída
yo apartare tu cabello confundida en raíces de primavera
cuando el invierno pase azul.