martes, septiembre 06, 2005

Después de ayer.

Después de ayer.


Jugamos a mudarnos la piel, a rasgarnos la carne y descubrir en el otro, el placer entre los huecos de las uñas.

Desde que cruzamos la mirada lo supiste, nuestros ojos se agrandaron como bocas, entonces las pupilas como dos lenguas que entre blancos y rosas abren la función; a la derecha una mesa.

La conciencia es una braga en la cama, armario con 4 vestidos y 3 camisas, por si, como ahora, con tu blusa levantada, nos buscamos en el sueño de las termitas.

Nos rasguñamos las manos, un breve dolor dulce se gangrena, se filtra por el techo. Apoyando apenas los labios en los dientes fingimos ser otros, todo es confuso, incluso mi nombre.

En una espiral claudican mis párpados, tú me muerdes, el placer se desdobla, todo queda claro, nunca antes fue tan sencillo entender el arco de tu ceja, cuando como ahora el gesto es sangre. Tu sexo, antes clandestino, hoy caracola, rosario en las manos equivocadas.

El tiempo pasa inadvertido.

Tu voz turbia, mi aliento a cigarro, un sol que carcome tu falda, despedida; casi todos imaginamos una espalda que se disuelve en la acera, como una película barata en la que los amantes viven felices para siempre; (como si le aburrimiento no existiera), corte a negros, nos vamos a créditos, se cierra la puerta.

El camino de regreso siempre es más largo.

Dog house.

Dog house

Bajo un sol de aliento moribundo

la vida se resume

en los extraños que me patean

y los que me ignoran como un vil saco de pulgas

.............. lo sé

Si tan sólo pudiera comer cualquier cosa

el hueso rancio

o la carne podrida dejada en un basurero

pero es tarde

........un gruñido me aleja

...................demasiado viejo

sobradamente muerto para esta ciudad de perros hambrientos


A veces

sólo a veces

un ladrido sale de mi boca

ahogado

extenuado

herido en esta soledad de cuatro patas que llenan mis ojos de lagañas.

Cansado me lamo la pata que ayer a mitad de la noche alcanzó a ser mordida

disputa de colmillos y dientes

donde vencedor y vencido

fuimos expulsados de ese festín

de comida y desperdicios

que nadie

aparte de nosotros

quiere.

Uno tras otro los días son iguales:

zapatos, tenis, piernas, llantas

el oler de mierda y orines en todo y en todos

malditos sean esos desconocidos que se burlan

que me gritan moviendo sus patas al aire

como si supieran ellos lo que es vivir tan cerca del suelo

tan alejado de ese nirvana lúdico

sin hocicos babeantes

y sin garrapatas en ayuno

entonces la fatiga es tu única compañía

agotado y harto te lanzas hacia un auto

esperando que dios sea perro

y que el paraíso sea un jardín o cuando menos una plaza

donde al fin puedas descasar tranquilo.

Eje vertical.

Eje vertical.

grano de arena en mi uña

océano de ojos que se cuelgan de mi mano

ausencia a voces en la garganta muda.

Frontera espesa

Frontera espesa.

mis labios se cosen a tu cuerpo

señal de abandono

circunstancia

cartero esperando una invitación formal a la cena

cacería

una mano sin culpa se presenta

irreconocible

en el fondo de una pecera

y tú llegando tarde a todo

como siempre

.................. como ahora

nunca más

entonces el deseo

un guante desechable

en la mano de homicida

que en tu ombligo se come los muros desiertos de Antofagasta

es la última vez que mi placer se pega a tu lengua

te lo juro

punto y seguido

tu contorno terciopelo perverso

silueta atrás de la ventana que siempre permanece cerrada

en la garganta del ahogado

mortal escalofrió

adúltero escondido en los dedos de un pianista

que exquisito desviste

lo que fue

..............lo que no

cadáver de insinuadas sombras bajo el árbol de los ahorcados

invisible enredadera

que crece por tus muslos a la deriva entre saliva y apetito

un jalar de aire con la cabeza perdida en el retrato de la infancia

el capitán salio a comer y los marineros tomaron el barco

gemido

la ocasión perfecta para huir de ella

pero no

me quedo dentro

invernando

no importa que el fin del mundo esté cerca a la vuelta de la esquina

vistiendo de rojo

punto y aparte

Tu mirada flota

sutil

inagotable

montura hostil

alrededor de piernas y tobillos

niña extraviada de la mano de un desconocido

con acento extranjero

un beso

sólo uno

en el museo de cera los veladores hacen su último rondín

punto y coma

la noche

animal herido se desfigura entre la cortina

las reglas del juego han cambiado

las máscaras traslucen parpados

cicatrices

tus senos ahora vestidos son distancia

remitente colgando del hilo de una araña

que muere en la suela de un zapato en una autopista solitaria

a nadie el importa

a nadie le importa el salitre en tus uñas de puerto

punto y aparte

en una semana nada

abismo

catapulta de postales

malabares de payaso en una lavandería intentando desteñir

tu recuerdo de mi ropa

pero nada

nostalgia

asomo de ambos en las calles de Santiago

avejentadas como pasaporte en la mesa esperando un pase de salida

aeropuerto

punto final

la mañana es una mariposa en tus labios agitando sus alas

la distancia es una boca abierta

tragándose el tiempo.

lunes, septiembre 05, 2005

Sincronía.

Sincronía.

El juego erótico del caballo termina en tu falda

invitación a la cena

donde un trozo de carne

jinete vestido de rojo sale a la caza

entonces tus manos

pequeñas salamandras suben por mis brazos para poner sus crías

los minutos son una manzana en la mesa

nada importa

nada es para siempre

la madrugada espalda abierta

el cielo graznar de cuervos que mastican tu cabello

de súbito

................tu ombligo

una costilla otra costilla

malabares de niño en las ruedas oxidadas de un triciclo abandonado

en los arbustos de un jardín pleno de insectos

te descubres como una garza

.................solitaria

copulando

devorando garrapatas con su pico en mi entrepierna

tus rodillas se mueven

saltas de una rama a otra

cuestión de equilibrio el comer a pleno vuelo

se rinden los acróbatas en el escenario

BIENVENIDOS al circo de pulgas

Mañana

...........función de fenómenos

.......................................localidades en venta.

Entonces sólo entonces el acantilado.

La mañana se disfraza de oficina

un breve veneno en la punta de la lengua

nostalgia envejecida del instante de las musarañas

después el invernadero

la planta de plástico que me acompaña mientras me pregunto

dónde diablos están mis pantalones

sabes bien que me aturden las despedidas

ese beso en la mejilla con sabor a cigarro

y los pasos

cerraduras que se ahogan en mis dedos de espantapajaro al cerrar de la puerta

para renunciar al cobijo de tu sombra.

A lo lejos la lluvia atraviesa un muerto.

En esta ciudad de topos

la avenida se llena de suicidas

cada esquina un hormiguero donde la gente se convierte en comida para perro

avestruces que se cubren

ocultando sus rostros

pero nada importa

el cielo es golpe

cama hambrienta

como un augurio tus ojos pegados al espejo

el agua los arrulla

llueve

..........llueve

....................llueven

las gotas

caen livianas sobre los gusanos

las amapolas se ocultan en tu apacible cuerpo

cadáver

mi cuarto es un fatigado murciélago para una niña dormida con el vestido blanco de su abuela.

Juego de salamandras

Juego de salamandras.

¿Dónde estuvimos antes de ser estos que somos?
Jorge Fernández Granados


Te he visto sepultada bajo el ojo de una hormiga
musitando nombres
en fauces de tiniebla
escarabajo en eco de tierra
asombro de pecado
igual que yo
desvistiendo muñecas
al igual que tú
sediento
Me he visto despiadado
aturdido en tu gravedad de luna
naranjo espera el aguacero
sus frutos al polvo
silueta tras el espejo aguardo por ti
y tú destazando sueños cuchillo de hueso
apagada víctima
aún no lo sabes.